Me acabo de graduar por segunda vez en la universidad, pero esta vez muy lejos de casa, en un ciudad que pertenece del todo a otro mundo. Un sueño viejo se hizo realidad y en el camino descubrí que este es solo el comienzo.

IMG_20190703_170648.jpg Rusia ha sido mucho más de lo que esperaba. No importó lo mucho que leyera y estudiara sobre este país durante toda mi vida. Aquí cada rincón resulta maravilloso, en tanto que es una nación de naciones en la que se mezclan cientos de culturas con sus propios idiomas, costumbres e historias.

De todos ellos he permanecido por más tiempor en Kazán, la capital de la república de Tatarstán. Aquí conviven rusos, tártaros, chuvashios, maríes, udmurtios, y otros tantos grupos étnicos. Es una ciudad a mitad de camino entre Oriente y Occidente, una frontera que ha sabido mantener muy bien el equilibrio entre sus contrastes y diferencias.

A ello podría sumarle el privilegio de haber vivido en Dirievnia Universiadi, el campus de la Universidad Federal de Kazán (KFU), toda una aldea de Babel, con estudiantes del mundo entero. Caminar por sus calles equivale a escuchar la música de lenguas como el chino, el ruso, el árabe, el español, el inglés, el uzbeco y varias decenas más. Supuso sentir por vez primera que tu forma de ver y sentir al mundo es solamente una más y que todos somos igual por el único motivo de ser todos diferentes entre sí. En la teoría todos podemos deducir estas cosas, pero la realidad resultó ser muy intensa y distinta.

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Pero no fue casual que llegara específicamente aquí. Todo fue parte de una conspiración entre el destino y  mi inconsciente. Ambos se las ingeniaron para hacer de mi pasado y mi futuro un lugar en común.

Así, en estos años, he podido recorrer los lugares que antes solo había descritos en mis relatos y novelas. He podido acampar en los bosques donde mis personajes vivieron sus aventuras. Esa ha sido la mayor inspiración posible y el mejor de los regalos que me podrían haber hecho.

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Templo de todas las religiones

La historia que comenzara en 2008, allá en ese rincón donde nací al otro lado del mundo, tomó en estos años el vestigio de la realidad que llevó siempre. Pude comprobar una vez más que no fue imaginación estéril, sino recuerdo y premonición.

Tal vez en mi canal de youtube no les he dejado los suficientes videos o en mi perfil de Instagram no he publicado las mejores fotos, y es tiempo de pedirles disculpas por tamaño egoísmo. La razón ha estado de parte del corazón, quien siempre quiso vivir con intensidad todas las emociones y dejar a un lado los testimonios de las cámaras.

Y tal vez tenga que seguirles pidiendo perdón, pues el egoísmo no ha terminado. Solo espero que la dicha me permita hacerles llegar muy pronto todas las historias que he escrito durante estos años viviendo entre dos mundos. De momento los invito a seguir mi blog (y mi canal en youtube). Poco a poco les iré dejando pistas y retazos de emoción.

Andrey VR